Hoy os traigo un nuevo comedor que tiene una singularidad muy fuerte. Han apostado por mezclar el terciopelo de las sillas con la calidez de la madera y de los ambientes coloniales. Sin lugar a dudas, una apuesta decorativa poco común y muy arriesgada.
Solemos relacionar el terciopelo con ambientes más clásicos o, incluso barrocos, pero nunca con la búsqueda de naturalidad del estilo colonial. A mí la apuesta del comedor Hilton me gusta, puesto que siempre es un placer demostrar que en el mundo de la decoración no hay reglas establecidas.
Además, con el comedor Hilton podemos elegir entre varios acabados en lo referente a maderas (nogal claro y oscuro, negro rozado y blanco roto) y la mesa cuadrada es extensible lo que hace que aprovechemos mejor el espacio.
¿Os gusta el comedor Hilton?
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